26 de julio de 2015

Escritorio plegable de pared, parte 2 (final).

Hola.

Hoy seguiremos con el proyecto presentado en la entrada anterior: el escritorio plegable.

En esta entrada voy a mostrar la finalización del escritorio plegable que estaba haciendo para mi sobrina, y que hoy quedó instalado en su dormitorio.

Como dije en la entrada anterior, había que armarlo, y para ello empecé por unir las patas al marco con pernos de 6 mm, arandela y tuerca. Para que el agujero del perno coincidiera en las dos piezas con la posición debida, perforé ambas a la vez sosteniéndolas unidas con una prensa.


Como se ve, los agujeros quedaron alineados y la pata se mueve como debe (en la foto no se ve el movimiento, créanme que gira bien).


Corté un trozo de pino de 2 x 4 in y largo igual a la distancia exterior entre las patas (entre los bordes "de afuera") que hace las veces de tope para que éstas se abran hasta los 90° y no más, luego emparejé una cara con el cepillo para que haga contacto completo con las patas, y le unté pegamento en los extremos de la cara emparejada para pegarlo a las mismas.


Para colocar el tope primero levanté una pata a 90° medidos con la escuadra rápida, fijé el extremo del tope a ella usando una prensa, e hice lo mismo para el otro extremo (ambos tenían el pegamento aplicado). El canto largo se debe cepillar para que al apoyarlo sobre el canto de la tabla del marco esté en contacto en todo su largo, de lo contrario no haría de tope.


Pasada media hora de presión sobre la unión, las reforcé con un tornillo de 1 ½ in x 5 mm en cada una, para el cual (como siempre) perforé con broca de 3 mm el largo del tornillo, y con broca de 8 mm unos 2 mm de profundidad, sólo para ocultar las cabezas de lo tornillos. Puede resultar obvio aclarar lo que sigue, pero prefiero que sobren explicaciones a que falten: primero liberé una prensa y recién cuando el tornillo estaba en su lugar retiré la segunda y atornillé el extremo faltante. En uniones de cara contra cara lisas el pegamento refuerza la unión, no la hace.


A continuación agregué el taco para unir a la pared, que además lleva las bisagras que permiten plegar el mueble y recuperar el espacio que ocupa abierto. Lo armé con dos trozos de 2 x 4 in pegados cara con cara (emparejando antes ambas con el cepillo), unión que queda reforzada por los tornillos que lo sujetarán a la pared, por lo tanto no le agregué clavos ni tornillos al ensamblarlo, sólo pegamento y presión. El largo es 1 cm menor (5 mm de cada lado) a la distancia interior de las patas para poder plegarlas completamente.

Para colocar las bisagras hay que hacer ranuras para que las alas calcen a nivel con la madera, si no cada vez que se mueve el mueble los tornillos tiran y se terminan soltando o rompiendo la madera, o peor aún: un tablero de fibra que es más difícil de reparar.

De las muchas maneras que se puede hacer (con máquinas o con herramientas manuales) yo elegí la de sierra manual y formones.
Consiste en presentar la bisagra en posición y marcar el perfil en la madera, hacer varios cortes a la profundidad que debe ir el ala de la bisagra desde los extremos de la posición hacia adentro, luego se los remueve con formón y se empareja la superficie con el mismo y lija.


En la fotografía superior se aprecia una bisagra ya colocada y la ranura para la siguiente cortada con la sierra. Se limpia con formón y lija, se perforan con broca de 3 mm los agujeros para los tornillos (usé de 9 mm de largo) y se instala la bisagra.

En la fotografía siguiente se ve el taco ya colocado en el escritorio. En ese momento es cuando le agregué el segundo trozo de 2 x 4 in que nombré antes.


Resultó que en el MDF los tornillos quedaron con juego, es decir que no sujetaban la bisagra. ¿Cómo se arregla esto, en un tablero de fibra o en madera maciza?
Sencillo: se introduce en los agujeros de los tornillos un poco de aserrín sin tapar del todo el hueco (hay que tener guardado de cuando cepillamos, taladramos, etc.) y unas gotas de pegamento (cola vinílica, o un específico para madera como el que se ve en la 4ta. foto). Luego se presenta la bisagra y se vuelve a atornillar como la primera vez. Una vez seco el pegamento los tornillos quedarán fuertemente sujetos en su lugar.

La imagen inferior muestra los agujeros preparados como indiqué arriba para recibir nuevamente los tornillos.


No tomé fotografías, pero los cantos del MDF los cubrí como los del escritorio anterior, con cinta melamínica cubrecantos que viene con cemento en una cara.
Corté trozos de cinta a la medida de cada lado y los pegué al tablero aplicando calor con una plancha doméstica en nivel "Lino" (casi el máximo). Los bordes los recorté con trincheta (tiene 22 mm de ancho y mi MDF 15 mm) y las rebarbas las eliminé con lija de 180 dejando los bordes lisos al tacto.

A la madera de pino le apliqué para protección dos manos de fondo blanco con 10% de aguarrás con 8 horas de espera y lijado fino entre ellas, como indica el fabricante. Así la dueña podrá pintarlo del color que prefiera cuando lo haya elegido.

Y finalmente llegó la instalación del escritorio.

En las imágenes siguientes se lo puede ver plegado (¿ven que el taco de la pared queda entre las patas?) y abierto para trabajar.


Noten que la posición del mueble fue elegida por la buena cantidad de luz natural que recibe, que es la más saludable para estudiar varias horas sin agotar la vista.


Tal vez deba usar la plancha en nivel "Algodón" la próxima vez, porque la cinta se oscureció en algunas zonas puntuales, supongo que por exceso de calor.

Esto fue todo por este fin de semana, nos veremos en una próxima entrega, pueden dejar comentarios en cualquiera de los proyectos.

Hasta pronto.

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