20 de junio de 2017

Biblioteca aérea (final).

Hola lectores. 

Con alegría y ganas retomé el proyecto de la biblioteca de pared con idea de terminarla este fin de semana pasado, y lo logré... con un "pero".

Habíamos quedado en la primera parte con las tablas cortadas. Ahora lo que hice fue emparejarlas con la garlopa (o cepillo) para evitar ondulaciones que corran o empocen la pintura. Luego de alisarlas las lijé con papel de grano 180 y la lijadora de banda para que la superficie quedara lista para recibir la pintura.


Con los estantes y los tirantes cepillados y parejos, pasamos al armado de la biblioteca.
Hubo un cambio en el diseño: los tirante no van a ir de canto porque no podría ponerlo los soportes, así que van con la cara ancha en los estantes y tuve que agrandar las muescas que había hecho en la parte 1.
La biblioteca va a tener 4 estantes y en el de abajo deben caber de pie las cuadernolas de la dueña.
En las imágenes siguientes se ve el armado en seco verificando que todo ensamble como estaba planeado.



Una vez verificado el ensable procedí al armado definitivo. Los estantes (en los que se habían practicado muescas para los tirantes) los fijé a los tirantes con pegamento y un tornillo, para el cual avellané el agujero así la cabeza queda a nivel y no aleja el mueble de la pared.


La biblioteca armada y lista para recibir el fondo blanco y luego la pintura.


Acá está con el fondo ya aplicado. Al otro día lo lijé con taco de madera, a mano, con papel de grano 240 para limpiarlo y hacer una base bien lisa para la pintura de colores. Después de lijarlo lo limpié con un trapo húmedo de aguarrás así retiro el polvo y no se empasta el pincel.


Y acá está con las dos manos de pintura blanca ya aplicadas y la primera mano de "jalea de frambuesa", que así se llama el color en el catálogo de la pinturería. En los bordes donde se encuentran las caras blancas con la de color puse cinta de pintor para no manchar la parte ya pintada, por eso tuve que esperar a que las caras blancas estuvieran completamente secas, si no no adhiere la cinta.


Y finalmente la segunda mano ya aplicada y secando. Nótese que está mucho más pareja, el color es más intenso y profundo, no se notan vetas ni marcas de pincel como en la primera mano que estaba sobre el fondo blanco. Como siempre, la pintura la rebajé con aguarrás al 10%, si se usa pura está muy espesa y quedan las marcas del pincel, especialmente en estos días fríos.
Antes de la segunda mano había dejado secar la primera y lijado con taco de madera, a mano, con papel 240 para alisar la base, y limpié con trapo y aguarrás.


Para que la estructura quedara resistente le agregué soportes en ángulo que además hacen de tope de los libros/cuadernos que ocupen los estantes, hay que evitar que caigan por los costados. Los ángulos van sujetos con tornillos de 13 x 4 mm para los que preparé orificios con el taladro y la mecha para madera de 3 mm.



Abajo se ve lista para instalar en la pared de dormitorio. Nos llevó bastante rato decidir dónde, a qué altura, hasta que...


... le corté el estante superior que estaba muy alto para usarlo y será usado en otro proyecto. Al final quedó instalada al lado de la puerta y del escritorio de estudio que hice y se ve siguiendo este enlace.


Finalmente la colgué en el dormitorio y la cargamos con los libros de mi hija. Entonces nos dimos cuenta de un error, ¿lo notan?


El "pero" que les decía al principio: me equivoqué en la medición y el estante de abajo quedó 2 cm menos alto de lo necesario para que las cuadernolas entraran en vertical, así que van a ir acostadas. Veremos como arreglar este inconveniente, y si no lo arreglo tendré que hacer una nueva biblioteca.

Hasta la próxima publicación.